1- LOS PROPIOS DIOSES
(1972), de Isaac Asimov
Esta obra del escritor norteamericano recibió los premios Nebula, Hugo y Locus. Esta novela está dividida en tres secciones: “Contra la estupidez”, “Los propios Dioses” y “Luchan en vano”, cuyos títulos vienen de la frase «Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano», de la cita del poeta y dramaturgo Friedrich Schiller. La historia transcurre en dos universos paralelos, el nuestro y otro donde habitan unos seres que traman convertir al Sol en una supernova para aprovechar la energía para su propio uso.
Es una novela que al menos a mí, me resultó complicada de leer. La empecé en dos ocasiones, dejándola de lado al poco tiempo. No fue hasta un tercer intento, en el que me obligué un poco a seguir leyendo que conseguí terminarla. Y al final, a pesar de todo, me pareció una maravilla.
2- LAS ESTRELLAS, MI
DESTINO (¡TIGRE! ¡TIGRE!) (1956), de Alfred Bester
Un clásico atemporal y que toda persona aficionada a la ciencia ficción debería leer. El tripulante Gully Foyle de la nave mercante Nomad, propiedad de la gran corporación Presteign., Después de recibir un ataque la nave resulta destruida resultan queda abandonado solo en el espacio do Foyle el único superviviente, quedando abandonado solo en el espacio. Al cabo de seis meses de esperar un rescate, otra nave propiedad de la corporación Presteign llamada Vorga, pasa cerca de él ignorando su señal de socorro. Este hecho devendrá en un deseo irrefrenable de venganza. No desvelaré nada más de la trama, pero sí destacaré que en esta obra, aparece la capacidad de teletransportación personal, llamada “Jaunteo”, algo característico de esta gran novela de Bester.
3- PÓRTICO (1977), de
Frederik Pohl
Esta novela resultó ganadora de los premios Nébula de 1977, Hugo y John W. Campbell Memorial de 1978. La obra es la primera parte de una tetralogía sobre unos misteriosos seres extraterrestres: los Heechee. Los seres humanos descubren en el interior de un asteroide bautizado como Pórtico, una base espacial alienígena, con multitud de naves cuyos rumbos están prestablecidos y cuyo destino se ignora. A esta obra le siguen “Tras el incierto horizonte (1980); “El encuentro” (1984) y “Los anales de los Heechee” (1987).
Es una de las sagas de ciencia ficción que más me han gustado. Y si no eres de leer sagas, al menos Pórtico es de obligada lectura. Si además has jugado a la trilogía de videojuegos Mass Effect, seguro que reconocerás la influencia de esta novela en ese universo.
4- PLAYA DE ACERO (1992),
de John Varley
«Dentro de cinco años el pene será obsoleto.» Así comienza la novela finalista del premio Hugo de 1993, “Playa de acero”. La humanidad ha sido desterrada de la tierra debido a una invasión alienígena y ahora, vive dispersa por ocho mundos del sistema solar, siendo la Luna, el más poblado de todos ellos. En esta nueva realidad, los seres humanos tienen una larga vida gracias a los avances en nanotecnología médica, siendo habitual el cambio de sexo entre la población. Sin embargo, corre una insatisfacción entre la población y el aumento de los suicidios lleva al Ordenador Central junto a Hindy, el/la protagonista a investigar un asunto que termina siendo vital para la humanidad. Esta obra es la primera de una trilogía llamada “Metal”, que continúa con “El globo de oro” (1998) y finaliza con “Irontown Blues” (2018) aún sin traducción al español.
Leer esta novela y su continuación fue puro divertimento. Ambas me encantaron. Además, debo reseñar que “Playa de acero” es un claro homenaje a Robert A. Heinlein, por lo que, para mí, le añade un plus.
5- ESTRELLA DOBLE (1956), de Robert A. Heinlein
Novela premiada con el Hugo de 1956, narra las peripecias de un actor llamado Lawrence Smythe, apodado como "El Gran Lorenzo", el cual es contratado para representar a una importante figura pública. El actor, egocentrista recalcitrante, deberá ir dejando de lado su personalidad para ir poco a poco acercándose a la de Joseph Bonforte, el carismático líder al que debe encarnar públicamente, ya que se encuentra secuestrado por sus rivales políticos.
Como sucede con muchas de las novelas de Heinlein, me lo pasé muy bien con su lectura. Frases memorables y un destripamiento sin piedad de los diferentes sistemas políticos con una trama que atrapa desde el primer momento. Una novela para el disfrute.
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