jueves, 24 de octubre de 2024

El Rey del invierno (Las Crónicas del Señor de la guerra, parte 1)

         


          Hacía tiempo que no leía algo de novela histórica, y casi por casualidad, me topé con la primera parte de la trilogía Las Crónicas del Señor de la guerra, del escritor inglés Bernard Cornwell. Cual había de ser mi sorpresa, ya que, sin apenas percibirlo, quedé atrapado en las páginas de esta novela. Y es que, la narrativa de Cornwell es ágil, precisa, y muestra como nadie y sin ambages, el horror de las cruentas batallas acaecidas en la Britania del siglo V en sus luchas intestinas y contra el invasor sajón.

En El Rey del invierno, se inicia el camino del archiconocido Arturo en pos de lograr la unificación de Britania para expulsar a los sajones, que van ganando territorio. La narración y la acción van a cargo de Derfel Cadarn, el principal protagonista de la historia, de origen sajón y protegido por Merlín, reconvertido en britano y seguidor de Arturo. En esta novela de ficción histórica, los mitos artúricos están tratados de forma magistral, y para nada, convencional. Lejos del romanticismo cavalleresco, Cornwell nos relata su propia visión, mucho más humana y realista, con lo bueno y con lo malo, y a veces, con lo muy malo, de los personajes de los mitos artúricos, como el propio Arturo, Ginebra, Merlín, Morgana o Lancelot, entre otros.  

El tiempo histórico en el que se enmarca la narración, es apasionante y convulso. Los romanos hace tiempo que marcharon de Britania, y ahora se encuentra dividida en multitud de pequeños reinos, con las luchas entre vecinos, y asediada por los sajones en el este, mientras que los irlandeses causan problemas en el oeste. Por si fuera poco, el cristianismo va permeando en esas tierras, y el conflicto entre obispos y druidas no tarda en producirse. El autor nos mostrará, negro sobre blanco, el hacer de los druidas, sus hechizos y maldiciones de forma realista, en el cual la persona lectora podrá entrever que tal vez, la magia surtía efecto en función de las creencias del momento, algo que muy bien aprovechaban los druidas. Por su parte, el cristianismo entró arrasando con los templos que atrás dejaron celtas y romanos, enmascarando la codicia y la avaricia, mediante la Fe. 

Otra parte interesante de esta novela (y de las dos que le siguen), es la recreación de las batallas, con sus diferentes formaciones y estrategias. Y es que Bernard Cornwell tiene la maestría de hacerte sentir dentro de una cota de malla, sufriendo la embestida de los lanceros mientras resistes dentro de un muro de escudos, empapado de sangre y barro. Descrito con realismo, de nuevo se aleja del romanticismo de los Caballeros de la Mesa Redonda, para mostrarnos el horror de las matanzas y la brutalidad de esa época.

Publicada en 1995, bajo el título original “The Winter King”, a “El Rey del invierno “, le seguirá “El enemigo de Dios” (1996) y concluirá la trilogía con “Excalibur” (1997).

          Si empiezas a leer las andanzas de Derfel Cadarn en esta primera novela, ya no podrás parar hasta terminar la trilogía, pues está llena de personajes interesantes, luchas, traiciones, amor y nobleza, y todo escrito con suma maestría. Como curiosidad, destacar que ya hay una primera temporada de una serie con el mismo título, y que pretende adaptar la novela. Aunque el carisma de los personajes novelescos que refleja Cornwell, se diluye muchísimo en la pequeña pantalla.



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