La fuerza de su mirada (Reseña)

 

    

    La fuerza de su mirada (The Stress of Her Regard ) es una novela de terror fantástico del escritor norteamericano Tim Powers y publicada en 1989. Nominada en 1990 al Premio World Fantasy a la mejor novela, aunque quedó como finalista al resultar premiado Jack Vance con la novela Lyonesse: Madouc. Ganó el Mythopoeic Fantasy Award de 1992​ y un Premio Locus Poll.

    Sin ningún género de dudas, estamos ante una novela extraordinaria y desde mi punto de vista, la mejor obra de Tim Powers, y eso que tiene otras novelas que también son buenísimas. En La fuerza de su mirada nos encontramos ante las vicisitudes del protagonista, Michael Crawford, en una magnífica historia que atrapa, te impide dejar de leer y que, en muchas ocasiones, te deja sin aliento. En la víspera de su matrimonio, Michael Crawford está de juerga celebrando su futuro matrimonio. Colocará el anillo de compromiso en el dedo de una estatua de un jardín para no perderlo y cuando más tarde va a recuperarlo, esta estatua habrá desaparecido. Al día siguiente se celebrará el enlace con aparente normalidad. Sin embargo, algo sucederá en la noche y cuando el protagonista despierte por la mañana, se descubrirá en medio del horror más absoluto.

    Como es habitual en Powers, la mezcla de la novela histórica con la fantasía sobrenatural tiene aquí su máximo exponente. En las páginas de esta novela, el protagonista se encontrará y mezclará sus andanzas con las de escritores famosos del romanticismo del siglo XIX entre los que se encuentran Lord Byron, Percy Bysshe Shelley, Mary Shelley y su novela Frankenstein, John Keats y su poema Lamia o John Polidori (creador del género vampírico con su relato El Vampiro) entre otros, en una historia de horror y vampiros.

    La fuerza de su mirada es la primera obra del ciclo de los poetas malditos. Continuará con el relato Tiempo de sembrar piedras (2014) y finalizará con la novela Ocúltame entre las tumbas (2012).

    No puedo terminar esta reseña sin mencionar otra obra imprescindible de este autor, y que seguramente más pronto que tarde aparecerá su reseña en el blog, titulada Las puertas de Anubis (1983).